Where is my mind?

Monday, February 14, 2005

Mi cuarto

Abro los ojos lentamente y un ventilador inmóvil esta sobre mi. A esta hora ya me acostumbré a la obscuridad. Me dedico a observar, todo se ve diferente en las sombras. A mi izquierda hay una cómoda con cosas regadas sin ningun órden pero sólo observo la vaquita anti-estrés promotora del Feng Shui. No puedo evitar pensar que la pobre fue creada para soportar arranques de rabia ajenos y ella sin poder defenderse. Por suerte yo rara vez me enojo asi que la prefiero de adorno. Enfrente está el otro único mueble de mi cuarto, aparte de mi cama claro, lleno de cajones. Me gustan los cajones, son como pequeños cómplices para guardar secretos. Arriba de la cajonera hay un espejo que en este momento tiene muy poca luz que reflejar.

Recuerdo el sábado anterior, y no me divertí. Aficionado de conocer, me dirigí al Frogs. Desde antes de entrar el hip hop llenó todo y el primer escalofrio recorrió mi espalda. El segundo fue cuando vi que el cover era de $100. Siempre he sido enemigo de pagar solo por entrar a un lugar pero supongo que ya estoy desarrollando una imagen de local o tal vez fuera porque iba solo y me aventé el rollo de que mis compas ya estaban adentro, en fin, bastó con comprar una cerveza para obtener el grandioso privilegio de entrar, wow, casi se me salen las lagrimas. No pude evitarlo y antes de buscar a mis amigas, me dediqué a ejecutar el sano arte de observar y criticar. Mi expectativa no se vio defraudada. Ahi, entre los ritmos de la peor música que pudiera haber, se encontraban todos los estereotipos de personajes habituales en un lugar asi. Me cansé de contar las gringas con 5 locales a su alrededor, y de alguna manera se las ingenian, pero para los 5 hay, como no!! Tampoco faltaban los gringos con su correspondiente localita, los coleccionistas de yardas (que clase de persona colecciona yardas???), los meseros insoportables que piensan que tienen un super ambiente y toda clase de idiotas divirtiendose. Encuentro a mis amigas. El resto de la noche no merece la pena ser platicado, estuvo lleno de musica mala, gente insoportable, salí hacia el De Santos para encontrarme un cover de $250 que no quise pagar y ya no había pizza en Pizza Metro, asi que decidí que era el momento de camiar de regreso hasta el depa. No se si caminar a las 4 de la mañana por Puerto Vallarta sea muy sensato, pero tenía ganas de hacerlo. Casi media hora después llegué al depa. Esa noche dormí muy bien.

Pero hoy otra vez no puedo dormir. Será bueno pensar tantas cosas? Además el nido de palomas afuera de mi ventana no ayuda mucho. A mi derecha está mi closet, adentro solo hay ropa así que no le presto mucha atención. Por fortuna ya crecí y sé que no hay monstruos ni nada oculto ahi adentro, de lo contrario los mismos fácilmente me hubieran podido comer o algo peor, pues queda muy cerca de la cama.

Los otros sentidos entran en auxilio de la vista y comienzo a escuchar. Nunca había vivido en departamentos antes. Ahora soy uno más en las estadísticas de explosión demográfica y me pregunto cuantos cientos de personas vivimos en el mismo kilómetro cuadrado, cuantas historias para un espacio tan pequeño. Sin embargo dejo de imaginar las historias cuando llego a las que habrán sucedido en este mismo departamento, en este cuarto y, sobre todo, en este colchón, bendita sea la ignorancia.

Malditas palomas!!!! siguen haciendo ruido, como si roncaran. O como alguien me dijo, será que están teniendo sexo?? No, esos eran los vecinos de arriba. Bienvenido a los departamentos!! Despídete de la privacidad. Tal vez con el tiempo conozcas mejor a una persona que es vecino nada mas de escuchar los sonidos de su departamento que algunos que convivan con esa persona diariamente. Sonidos, sonidos, sonidos... Todo el tiempo. El regaño al niño de al lado, la telenovela de la señora de abajo, la puerta de entrada, los pasos apresurados en la escalera del vecino que va tarde al trabajo, el pleito de la pareja de enfrente, unos compraron cuadro nuevo y lo estan poniendo, otros estan acomodadno su sala, y otros, como dije, ilusamente piensan que son los únicos involucrados en su apasionado encuentro.

En mi cuarto las cortinas son feas. Blancas, viejas, de algun tipo de encaje o un matieral similar. Por fortuna ahorita se estan moviendo y el viento fresco me agrada. Y justo antes de dormirme pienso que no quiero ni imaginar como será cuando haga calor y no corra el viento. De seguro el ventilador sobre mi ya no estará inmovil pero su ruido opacará los sonidos del exterior que hacen interesante estar en mi cuarto por las noches.

2 Comments:

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    By Anonymous Anonymous, at 1:18 PM  

  • ¡YA NO HABÍA PIZZA EN PIZZA METRO! No te preocupes, caminar 4am no pasa nada; 4am sin haber cenado pizza metro, eso sí no es sensato, Pat.

    By Blogger Érika B Carrillo, at 11:07 AM  

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